1

LA HIPOCRESÍA DE LA PRODUCTIVIDAD

Hay mucho escrito, videos, cursos, técnicas, clases, softwares, acerca de cómo ser productivo pero me atrevería a decir que muchos de los que hablan sobre ello no lo son a ese máximo nivel que ellos proponen realmente.

Conseguir la eficiencia en productividad es una tarea complicadísima en tanto que aunque nosotros tengamos unas áreas que son en las que realmente queremos serlo, hay otras que también lo hemos de ser por obligación. Este, por ejemplo, sería el caso de la persona que intenta construir un negocio propio y que además ha de cumplir con un trabajo ajeno. Una de las frases de Platón decía que «El hombre no puede practicar varias artes de forma exitosa».

 

Ganas, fuerza de voluntad, un objetivo claro, unos medios más o menos claros acompañados de una estrategia, pueden ser claves para conseguir llegar a ser lo más productivo posible dentro de tus posibilidades (y un poquito más allá de ellas). ¿Pero…cómo ser más productivo sin restarle horas a tu ocio, a estar con tu familia, o a tu sueño?, ¿Ser productivo 100% a un nivel ideal es una utopía?. Recordemos que ser trabajar más cantidad de horas no tiene por qué significar serlo más. Ya nos hablan sobre ello reconocidos como Berto Pena (de ThinkWasabi), Joan Boluda, o Tim Ferris, que proponen entre otras cosas eliminar tareas que nunca vamos a hacer, y dividir las que sí diferenciándolas entre importantes, no importantes, urgentes y no urgentes, evitar la procrastinación, controlar el tiempo, etc.

 

Creo que una de las claves, tanto mía como de la prosperidad en general es el compromiso. En mi caso normalmente ha sido más hacia terceras personas que hacia mí mismo. Si le digo a otra persona que voy a hacer algo o no (en relación a él/ella o respecto a mí) lo cumplo sí o sí. Creo que es una de los valores más importantes del ser humano. Cumplir lo que prometes. Sin embargo, cuando te dices a ti mismo que vas a hacer (o a no hacer) algo parece que resulta más sencillo fallarte. Y eso ocurre entre otros factores por aquello de que “la confianza da asco”.

 

Es curioso, la confianza en ti mismo pero no en el buen sentido, sino como que te puedes saltar lo que te prometiste porque nadie te va a recriminar nada, nadie lo va a ver, y a ti no te va a quedar remordimiento por haberle fallado a otra persona. Pero esto hay quien puede verlo como algo aún más malo, ya que ¿hay algo peor que no ser coherente contigo mismo y no respetarte? Además dependiendo de tu personalidad, también te puede quedar remordimiento por haberte fallado a ti mismo. Hay que trabajar para cambiar ese punto.

 

Estas pueden ser a bote pronto las dos vertientes del compromiso, hacia terceros o hacia uno mismo. Y debe haber quien opine que incumplir en una es peor que hacerlo en la otra. Sin embargo, ambas parecen lo suficientemente importantes.

 

***

¿Cumples contigo mismo y con otras personas?

Carlos Jiménez

Decidí hacer realidad mis ideas. Las que brotan desde pequeño surgidas por mi insaciable curiosidad, aprendizaje, e interés por la creación.

Un comentario

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

5 − 5 =