0

¿PRAGMÁTICO YO?

¿Qué sentiste cuando te sacaste el carnet de coche y tenías la «L» entre las manos? ¿Tuviste el impulso de fotografiarte instantáneamente para subirlo a Facebook e Instagram con tu mejor sonrisa y un salto en el aire como parece ser que mandan los cánones actuales modernos?

 

No me malinterpretes, es totalmente aceptable y respetable que te apetezca compartir con los demás la proeza, simplemente quería usarlo de situación ejemplificadora del pragmatismo que me invade en ciertas áreas de la vida o en ciertos momentos. Me parece un buen ejemplo para servir de guía durante todo el post.

licencia conducir

 

Quizá se deba a que la conducción de turismos ni los coches sean una gran pasión para mi, pero no tenía ninguna prisa en sacármelo. Finalmente fue una decisión basada en la previsión, ya que nunca sabía si lo iba a necesitar, y además iba a ser algo más que tenía. Teórico y práctico aprobados a la primera no me supuso exaltación ni especial felicidad. Simplemente un «pues ya lo tengo». Supongo que porque veo que ese no es el momento, del proceso determinado que sea, para alegrarse. Sin confundir pragmatismo con indiferencia. Lo mismo me ocurrió con el título de graduado en Criminología (título y orla siguen metidos en un cajón desde 2014…).

 

Me di cuenta de que en otras situaciones también me ocurría lo mismo, así que empecé a hacerme preguntas. Hay cosas o hitos por los que la mayoría de gente se alegra, brinca de emoción, hace especial hincapié, y yo no, o bien quizá me alegro por el hecho de «ya tenerlo» y «liberarme de», (en ese caso seguir preparándolo), pero tampoco mucho más allá.

 

Entonces, ¿las personas que por personalidad o por otros motivos exaltan más los resultados, por ínfimo que sea el reto, tienden a ser menos pragmáticos?

 

Si no es por personalidad, que se debiera a un motivo de influencias sociales (aumento de ego, demostración de valía ante los demás, necesidad de aprobación social tipo «eh, yo también ya soy conductor», se trata de una exageración impostada de alegría? En ocasiones de forma consciente, y en otras ni dándose cuenta de que esa alegría no le emana puramente del interior.

 

¿Ser pragmático puntualmente encuentra la razón en que ese determinado reto a conseguir no te motiva lo suficiente o incluso por ser una temática que no te gusta?

 

Pero, ¿cuando obtienes un logro en una temática que no aprecias o que detestas no debería suponer mayor alegría, precisamente por haber roto tus esquemas y/o zona de confort?

 

¿Esperabas que respondiera cada una de las preguntas? No lo voy a hacer [al menos de momento 😉 ]. Espero que sirva para que te sigas haciendo preguntas, si las mías te parecieron tontas, aún con más razón, o por el contrario para que reflexiones sobre sus respuestas, las respuestas que tú crees que pertocan.

 

***

 

P.D. : Esto no me aplica en todo, en determinadas ocasiones. Porque por otro lado me va bastante el idealismo, ya lo he comentado en algún post cuando hablo sobre las Ideas y el momento de éxtasis cerebral 😀 y que los resultados finales no lo son todo ni son lo único que disfrutar.

 

¡Salud!

Carlos Jiménez

Decidí hacer realidad mis ideas. Las que brotan desde pequeño surgidas por mi insaciable curiosidad, aprendizaje, e interés por la creación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

2 × 5 =